Capitulo 2
La escuela de Bizarros
Un nuevo año de
clases. Suena el despertador, y el cuerpo pesa por levantarse de la cama. Se
asoma el rostro rugoso y dulce de mi abuela Afrodita diciendo: - Buenos dias,
mi dulce nenita: un nuevo dia de clases ya comienza.
Me aseo, frente al
espejo del lavabo, y mirándome con ojos achinados de sueño, y mi cabello
enmarañado; me cepillo los dientes, luego me visto y voy al comedor. Saludo a
mi papá, Don Himeneo, hombre gordo y fortachón, siempre serio, de pocas
palabras, que, muy malhumorado y altamente irritable, bebe su café, con el rostro escondido detrás
del periódico de hoy.
Termino mi desayuno, tomo mi
mochila, beso a mi hermanito, saludo a mi papá y que apenas asoma su mano tras
el diario, y mi abuelita me acompaña a la puerta. Tomo el autobús del colegio.
Me siento junto a mis amigos: Robertha la hija de Krampus, estudiante de
intercambio, alocada y divertida, con su acento alemán; Tatiana la estudiosa y
recatada: siempre dándome consejos pudorosos que ni mi abuelita me daría, todo
le horroriza, y sueña con ser enfermera; yo le digo La Enfermera Cosquillitas,
pero nunca se ríe. También está mi amigo, Horacio el timido, el poeta, hijo de
payasos de circo, que sueña con ser poeta, al cual nadie lo toma en serio, y
todos se le ríen en la cara.
Bajamos del autobús y entramos por
los pasillos de la escuela; algunos entran volando, otros traspasando la pared,
otros desvaneciendose, y otros… como yo, que aún no descubren sus poderes,
entran de a pie. Y, como siempre, ahí está el insoportable de Francisco,
presumiendo su super fuerza y su velocidad de vuelo: irónicamente hijo de una
larga tradición de superhéroes caracterizados por defender por al débil y
luchar por la paz y la justicia, es el Bully de la escuela. Es el presidente de
la clase, carismático, de buenas notas, el favorito de los profesores, seguido
por una gran multitud de estudiantes de la escuela, que lo admiran y quieren
ser como él, pero yo lo detesto: en en el fondo es un tirano manipulador, que se
aprovecha de los débiles y que ejerce sus abusos sin límites porque todos lo defienden;
solo es un cobarde le gusta tener el poder, y usar la causa comun en su propio
beneficio.
Vamos todos al patio
formados en fila por grados y división. La Directora Marinmaccio, da su primer
discurso de bienvenida a un nuevo ciclo escolar. Nadie le presta atención, y
antes que escucharla, es mas entretenido escuchar que me relaten un partido de
golf.
Tiene el cabello
largo y quemado con decolorantes y agua oxigenada, una pronunciada nariz
aguileña, ojos saltones, mucho maquillaje, que, imagino que, al tirarle agua,
seguro verías la calavera. Tiene voz chillona, siempre vestida de traje de varón.
Entramos al aula: un
año más en la Escuela de Bizarros comienza. Pronto llegará el día de la
graduación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario