Capítulo 6
Capítulo 6
Ricardo el Chico Top
Todos los días voy a la escuela de
Bizarros, una escuelita especial como la de los X Men pero más divertida, que
queda en un lugar muuuuuy pero muuuuy lejano... Avenida "De la Lora".
Se entra sólo por recomendación... o sea... cuando te dicen “Por qué no te vas
un poquito a la...”. Te están recomendando ir. Mucha gente transita por esa
avenida... ¡ja, ja! Es broma! Estoy muy feliz: Hoy me invitó a salir Ricardo
"Chico Top", el chico más canchero de la clase, el más lindo y
popular. Ay, Ricardo, Chico Top... Chico
Top.. Chico Top... muñequito hermoso, fachero y dulce. No sé que hacés en la
escuela de Bizarros, porque no sos un bizarro, sos un chico normal, pero sos
muy diferente a todos los demás. Los demás chicos de la escuela te saludan y
hablan todo el tiempo con gran respeto y admiración. Con tus ojitos picarones y
tu pasito tan sensual, caminas por el hall de la escuela como un lobito feroz.
Yo te imagino en tu caminar, acompañado por el resplandor de tu gran carisma! A
tu paso, tal cual efecto dominó van cayendo, desmayadas al piso, luego de un
gran suspiro, todas las chicas bizarras... Sos como una bomba nuclear, que va
quemando con su radiación todo a su alrededor, y, llena nuevas sensaciones que
ni describo... te espero yo. No sé por qué te fijastes en mí, pero me tratas
con tanta dulzura. Me tomas de la mano y con el viento me siento volar... En el
recreo te beso y no me alcanzan los besos, entramos al aula y me quedo sin aliento
mirándote. Esa tarde le mentí a mi papá y le dije que iba a estudiar con
Robertha. Con Tatiana no, porque, seguro me iba a dar mil sermones y luego me
iba a mandar al frente con mi papá. Fue como un sueño, Ricardo....comon ladrón y
descubriste mi misterio; se rozaron tu cuerpo con el mío de niña mujer y parieron
fundirse entre sí; se fusionaron una canción romántica con la cumbia que corre
por mis venas, y por ese momento especial, que quisiera que durara siempre... sonó
en mi interior una cursi cumbia romántica santafesina, de las que quiebran
hasta al más duro corazón... duro corazón como el mío, que no sabe ni qué
pensar... no sabía si hacía bien... no sabía si hacía mal... no sabía si amar o
escapar... no sabía si creer o
reventar... que nunca sabría comprender como un chico tan popular se fijaría en
una LOSER como yo... sólo sabía mi corazón que en ese instante feliz con tu
voz, tus besos apasionados y el roce de tu sedosa piel, pese a que por ser de
diferentes clases o especie de persona, y aunque el destino decida para bien o
para mal, siempre te iba de atesorar estos lindos momentos compartidos junto a
vos.
Llego al otro día a la escuela y
cuando te saludo ni me registras. Te veo riendo con Francisco y sus amigos.
Francisco te da un dinero en mano y todos se ríen. Fui acaso una sucia apuesta?
Se lo contaste a todos? ¿Te olvidaste por completo de tus horas a mi lado? ¿Y
que hay de tus caricias de miel y tus palabras llenas de proyectos del
futuro?¿Era entonces, que nunca se irían a cumplir?... te aparto y protesto y respondes articulando mil palabras
de maneras evasivas y mi corazón se rompe por primera vez. Al otro día, te veo en el pasillo de la
escuela, paso, y tú junto al grupo de Francisco, me miras y te ríes de mí; en
el recreo hablas y te rodean miles de chicas que ríen de todas las tonterías
que decís. ¡Cómo me has engañado con tus dulces mentiras! ¡Que ingenua fui!
Volverás devuelta a la cacería de una nueva ingenua, herirás y seguirás de pie
sin ningún sentido de culpa. Cosas tristes que enseña la vida: el malvado nunca
recibe su merecido, y triunfa sólo el que hace mal. Dónde se fué el chico tierno que tanto amé
una vez? Ahora estás bajo la protección del tirano de Francisco, y nada se
puede hacer, porque Francisco es el líder, y si uno protesta contra alguien de
su grupo, Francisco te manda una patota a amenazar, y los docentes y la
directora, sólo se hacen los distraídos y no actúan o te mandan con el
psicólogo para lavarse las manos. Mi papá nunca está presente y no entiende lo
que tengo que vivir: él cree que es mi culpa y que no quiero estudiar, pero no
es así. Además, si sabe que ya no soy virgen, no me va dejar salir ni en un
millón de años! Sólo me queda con mucha bronca e impotencia, resignarme y
callar. Tal vez ya nunca vuelvas, pero yo merecía algo mucho mejor. Tengo
todavía a mis amigos, que me dan fuerzas para continuar, y en los momentos malos,
ahí te das cuenta de quienes son tus amigos. Adiós Ricardo, más que un chico
top, sólo eras un idiota bien vestido, pero vacío de cerebro y corazón.
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